- Hace 7 meses, Yuk, un paciente chino con falla cardíaca severa, recibió su implante de corazón artificial en el Instituto Cardiovascular del HIC y pudo contar su historia.
- El Dr. Leonardo Salazar, quien atendió su caso, confesó que este ha sido el reto más grande al que se ha enfrentado durante su carrera debido a la gravedad con la que el paciente llegó a Colombia.
- Actualmente el Instituto Cardiovascular ha realizado cinco implantes de corazón artificial en pacientes internacionales.
Bucaramanga, marzo de 2023. El diagnóstico de los médicos para Yuk Yin Hau Fun no era alentador. Según le manifestaron unos meses atrás, su corazón presentaba una falla severa que se agudizaba de forma rápida y era necesario actuar lo más pronto posible. Padecía, según los profesionales que lo atendieron en Ciudad de Panamá -actual lugar de residencia-, una enfermedad coronaria llamada cardiopatía cardíaca, tipo cardiopatía isquémica (obstrucción parcial o total de las arterias que suministran sangre al músculo del corazón) que requirió de una cirugía en su momento.
Sin embargo, el procedimiento no fue suficiente para su mejora. Durante la pandemia por COVID-19, Yuk presentó un infarto agudo de miocardio y esto le produjo una falla cardíaca severa refractaria, una condición que le impedía realizar cualquier actividad cotidiana y deterioraba su calidad de vida de forma severa. Aunque el panorama no era muy alentador, existía una solución: un trasplante de corazón. El único inconveniente con esta alternativa era que el reloj corría en su contra, no se tenía claro en qué momento podía aparecer un donante y no había mucho tiempo para esperar. Fue por ello que, como última opción, sugirieron implantar un corazón artificial, conocido también como HeartMate III.
Daniel Hau NG, hijo del paciente, estuvo en la búsqueda de una institución que pudiera ayudar a su papá sin importar hasta dónde fuese necesario desplazarse; tras horas navegando en internet, logró contactar con el Instituto Cardiovascular del Hospital Internacional de Colombia. “Nosotros no teníamos una idea de qué era Colombia, no sabíamos nada de este país, pero cuando vimos que aquí podían ayudar a mi padre, viajamos inmediatamente para que recibiera su cirugía”, afirma el joven.
Ya han pasado 7 meses desde su llegada -junto a su esposa y su hijo- al hospital ubicado en Bucaramanga, una ciudad en el nororiente de Colombia que, en avión, se encuentra a 45 minutos de la capital, Bogotá; allí recibió procedimiento en el que le implantaron el dispositivo. El Dr. Leonardo Salazar, director del Programa de Corazón Artificial del Hospital Internacional de Colombia y quien ha estado acompañando al paciente durante su proceso, asegura que este caso ha sido el reto más grande al que se ha enfrentado durante su carrera. “De todos los pacientes que yo he tenido, el más complejo y difícil a tratar medicamente ha sido el señor Yuk. Por su condición cardíaca llegó muy débil, presentaba deterioro nutricional, neurológico, inmunológico, y muchas otras situaciones que nos mantuvo alertas con el equipo de trabajo”, precisa Salazar.
Con este procedimiento, Yuk se convierte en el quinto paciente internacional que recibe un implante de corazón artificial en el Instituto. Aunque fue un largo camino el que se recorrió durante su rehabilitación y recuperación, en este momento prepara sus maletas para volver a Ciudad de Panamá, lugar en el que reside desde hace más de 40 años.
“Para mí es un milagro que mi padre se haya recuperado porque él no tenía un buen pronóstico. Ha sido un cambio total en estos siete meses y aquí todo ha sido muy bueno; la ciudad, las personas, el hospital, la atención... No dudaré en volver seguido para traer a controles a mi padre y para verlos a todos una vez más”, precisa Daniel.
Mientras tanto, en Ciudad de Panamá, sus demás hijos, familiares y amigos, esperan a Yuk con la ilusión de poder abrazarlo y verlo nuevamente hablando, caminando y riendo. “Aquí me salvaron la vida. Me han atendido tan bien, que siento ahora parte de mi sangre colombiana. Muchas gracias a todos, han sido muy amables, me apoyan todo el tiempo y me los llevo en mi sangre y en mi corazón”, expresa el paciente, con su voz aún débil pero entusiasta.
Así funciona un corazón artificial
Se trata de un dispositivo que reemplaza total o parcialmente el trabajo de un corazón gravemente enfermo. El objetivo de esta prótesis es mejorar la función circulatoria y asegurar el aporte de sangre y oxígeno al resto de los órganos vitales del cuerpo.
El Dr. Salazar explica que este dispositivo, llamado HeartMate III, opera al ser conectado a la aorta (arteria que lleva la sangre del corazón a los vasos que la suministran al resto del cuerpo), cuyo funcionamiento puede compararse al de la turbina de un avión. “El corazón artificial cuenta con un elemento en forma de hélice circular que rota y que levita gracias a unos imanes. Puede bombear hasta 10 litros de sangre por minuto”.
Pero el HeartMate III no trabaja solo. El paciente lleva siempre a la mano un controlador externo que está conectado por una línea de transmisión; este incluye un regulador y dos baterías recargables que pueden durar hasta 12 horas. Dicho elemento, -una caja pequeña con pantalla-, va mostrando el desempeño del corazón artificial y ayuda al paciente a ver cómo está funcionando su implante.
El Instituto Cardiovascular del HIC, es pionero en implantes de corazón artificial en Suramérica y el mejor de América Latina. Pacientes originarios de países como Canadá, Venezuela, Ucrania, República Dominicana y China, han recibido procedimientos de este tipo y hoy viven un nuevo episodio en sus vidas gracias a la nueva oportunidad que les brinda la tecnología.