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Nacimientos prematuros: una problemática de salud en Santander

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  • Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro para generar conciencia sobre la prevención y el cuidado de esta población. Un parto se considera a término cuando se produce entre las 37 y 42 semanas de gestación, antes de este lapso es prematuro.
  • Los partos pretérmino vienen con una tendencia al alza en Colombia. De acuerdo con el Dane, en 2021 el 10.7 % de los nacidos vivos fueron prematuros. Este indicador supera en 1.2 puntos porcentuales al promedio registrado entre 2015 y 2020.
  • La Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal de la FCV cuenta con una capacidad de 20 cubículos y presta una atención personalizada por parte de neonatología, pediatría y todas las subespecialidades necesarias.

Bucaramanga, noviembre de 2022. Santander es uno de los departamentos con mayor tasa de nacimientos pretérmino: por cada 1.000 nacidos vivos durante 2021, 122.2 llegaron antes de las 37 semanas de gestación. De acuerdo con los datos más recientes del Dane, este indicador solo es superado por Sucre (128,2) y Atlántico (122,4).

Los bebés prematuros claramente tienen un riesgo más alto de mortalidad (entre tres y siete veces mayor) respecto a los recién nacidos a término. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, más del 75 % puede sobrevivir si recibe una atención médica oportuna y de calidad.

“Los prematuros extremos, aquellos que están por debajo de las 28 semanas, pueden presentar complicaciones tempranas como la incapacidad de respirar por sí mismos, alteraciones cognitivas, problemas visuales-auditivos o del neurodesarrollo, entre otros. Estas condiciones también pueden afectar a bebés prematuros más maduros, pero en menor severidad”, explica Jorge Luis Alvarado Socarrás, coordinador de la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal de la FCV.

Para el manejo adecuado de estos pacientes, lo ideal es buscar atención en una institución de cuarto nivel de complejidad. “Se necesita de un centro que disponga de incubadoras, proteína pulmonar para ayudarlos a respirar, ventilación mecánica, que tenga la capacidad de ofrecer nutrición por la vena y realizar estudios de radiografías y ecografías. Todo esto con un personal altamente capacitado y entrenado”, asegura Delia Theurel, neonatóloga de la FCV.

En el proceso, las incubadoras tienen un rol fundamental: mantener la temperatura y brindar humedad para proteger la frágil piel de estos pequeños y evitar que se deshidraten. Apenas nacen, estos bebés son llevados a estas cunas especiales con protocolos de mínima manipulación. Cuando se estabilizan se inicia con el ‘plan canguro’, un contacto de piel directo entre el niño y la madre (usualmente), que beneficia la recuperación. Cuando el bebé alcanza los 1.800 o 2.000 gramos, regula bien su temperatura y come por succión puede recibir el alta para ir a casa y continuar en controles ambulatorios.

¿Es posible prevenir?

Los especialistas recomiendan una valoración prenatal con el obstetra, idealmente tres meses antes de la concepción, para realizar diferentes exámenes, valorar el riesgo de la madre y empezar con el consumo de vitaminas y nutrientes que reducen el riesgo de partos prematuros o malformaciones.

“Una vez se está en embarazo se debe realizar un control adecuado. En nuestro país una mujer gestante debe recibir nueve controles prenatales y dependiendo del riesgo se tomarán las determinaciones”, señala el Coordinador de la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal de la FCV.

En estos controles es posible identificar y tratar a tiempo diferentes condiciones, como las infecciones de vías urinarias o cervicovaginitis, que son la principal causa de los nacimientos pretérmino en los países subdesarrollados.


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