‘Mi amigo de cura’: la estrategia que reduce el miedo de los niños hospitalizados por quemaduras

Con muñecos personalizados, carritos eléctricos y actividades lúdicas, la Unidad de Quemados del HIC transforma el proceso de curación en una experiencia más humana, cercana y positiva para los niños.
Desde su implementación, la iniciativa ha beneficiado a más de 150 niños y se proyecta impactar anualmente a cerca de 300, fortaleciendo el vínculo entre el personal de salud y los más pequeños.
El 37% de los pacientes atendidos en la institución son niños, la mayoría con lesiones causadas por líquidos calientes o superficies domésticas, lo que resalta la urgencia de estrategias que acompañen su recuperación física y emocional.
Bucaramanga, junio de 2025. En la Unidad de Quemados del Hospital Internacional de Colombia (HIC), una estrategia innovadora está cambiando la forma en que los niños enfrentan uno de los procesos más dolorosos y temidos: la curación de sus heridas por quemaduras.
Se trata de ‘Mi amigo de cura’, una iniciativa desarrollada como parte del modelo de humanización en los servicios y del compromiso por brindar una atención centrada en la mejor experiencia del paciente. Con esta propuesta, el hospital no solo busca aliviar el dolor físico, sino también reducir en los niños, el miedo, la ansiedad y la carga emocional que acompañan cada procedimiento.
Dirigida a pacientes pediátricos entre 1 y 12 años, la estrategia consiste en entregar un muñeco personalizado que refleja simbólicamente la ubicación de su quemadura. Mediante dinámicas lúdicas y herramientas diseñadas para generar cercanía, se transforma el miedo en una experiencia más llevadera, promoviendo la confianza y facilitando el proceso terapéutico.
Cada figura incluye gasas, vendas y accesorios a escala que permiten al niño recrear su tratamiento de manera didáctica. Esta representación no solo favorece la comprensión de lo que vivirá, sino que fortalece su capacidad emocional para afrontarlo con mayor serenidad y resiliencia.

Según explica Diana Carolina García Serrano, jefe de enfermería de la Unidad de Quemados del HIC, “la estrategia contempla el traslado de los niños en un carrito eléctrico pediátrico, que transforma el camino hacia la sala de procedimientos en una experiencia divertida. Van acompañados de sus muñecos, a quienes previamente les simula la curación, lo que les brinda seguridad, reduce la ansiedad y facilita su disposición para recibir el tratamiento.”
Desde su implementación hace ocho meses, ‘Mi amigo de cura’ ha beneficiado a más de 150 niños y sus familias, fortaleciendo el vínculo emocional entre los pacientes pediátricos y el equipo de salud. La iniciativa no solo ha mejorado la experiencia hospitalaria, sino que también ha contribuido significativamente al proceso de recuperación. Algunos niños incluso han bautizado a sus muñecos con nombres de amigos, familiares o figuras importantes en su proceso, integrándose como parte de su red de apoyo emocional.
Quemaduras más frecuentes en el HIC
El 37% de los casos atendidos en la Unidad de Quemados del HIC corresponden a niños con lesiones provocadas por líquidos calientes como agua, chocolate o aceite o por contacto con superficies como ollas, hornos e incluso llantas de motocicleta en accidentes de tránsito. Estas heridas, además de ser dolorosas, requieren un tratamiento prolongado, con curaciones frecuentes que representan una alta carga emocional para pacientes en edades tempranas.
En este contexto, brindar herramientas que ayuden a los niños a comprender y participar activamente en su recuperación no solo es valioso, sino esencial. Con esta visión, la estrategia ‘Mi amigo de cura’ busca impactar anualmente a cerca de 300 pacientes pediátricos, humanizando el cuidado y fortaleciendo el proceso terapéutico. “Aquí tratamos con medicamentos, pero también con imaginación, ternura y educación”, señala la jefe Diana Carolina García Serrano.
