Expertos alertan sobre el papel de las redes sociales en los trastornos alimenticios en adolescentes
- En noviembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra los Trastornos Alimentarios, una fecha para reflexionar sobre esta condición que cada vez toma más relevancia.
- Los expertos señalan que este trastorno se ve agudizado por las redes sociales, al establecer estándares irreales y la búsqueda de aprobación que llevan a los jóvenes a conductas extremas como la restricción alimentaria o los ejercicios excesivos.
- Ante estas situaciones los expertos recomiendan a los núcleos familiares prestar especial atención al contenido digital que consumen sus integrantes más jóvenes y acudir a especialistas en casos de alerta.
Bucaramanga, noviembre de 2024. Los trastornos de la conducta alimentaria han ido en aumento entre los adolescentes, un fenómeno observado con mayor frecuencia en los últimos años, especialmente tras la pandemia. En el marco del Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos Alimentarios, que se conmemora cada 30 de noviembre, es importante conocer cómo las redes sociales y otros factores influyen en el bienestar de la población más joven.
Según la Encuesta Nacional de Salud Mental, alrededor del 9.3% de los adolescentes en Colombia ya presentaban comportamientos que podrían derivar en trastornos alimentarios. Sin embargo, esta cifra podría haber aumentado significativamente con la crisis sanitaria, que trajo consigo mayores niveles de estrés, ansiedad y alteraciones en los hábitos de vida de los jóvenes.
En este contexto, la Dra. Ligia Rueda Guzmán, psiquiatra del Hospital Internacional de Colombia (HIC) precisa que el impacto de las redes sociales ha sido un factor agravante para este tipo de trastornos. "Las redes sociales están estableciendo estándares de belleza irreales, muchas veces modificados a través de filtros y técnicas de edición. Esto genera una constante comparación y una búsqueda desesperada por alcanzar una perfección que no existe", explica.
Lo más alarmante, es el creciente número de niños menores de 13 años que se ven afectados por trastornos alimentarios. "Hoy en día, alrededor del 21% de los pacientes en programas de tratamiento son menores de 13 años, una cifra que nos debe poner en alerta sobre cómo estamos abordando este problema en nuestras familias y comunidades", señala la profesional.
Además, los adolescentes que permanecen de forma excesiva en las redes sociales se exponen a un ciclo destructivo. De hecho, cada hora adicional que están frente a pantallas consumiendo este tipo de contenidos digitales, aumenta la posibilidad de presentar problemas alimenticios, según estudios estadounidenses de la revista Eating and Weight Disorders y la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA, por sus siglas en inglés).
"La constante validación a través de 'likes' y comentarios, tanto positivos como negativos, afecta profundamente su estado de ánimo, llevándolos a conductas extremas como la restricción alimentaria o los ejercicios excesivos, en un intento por cumplir con estándares de belleza inalcanzables", añade la doctora.
Es importante conocer que los trastornos alimenticios en adolescentes incluyen afecciones como la anorexia nerviosa, caracterizada por una restricción extrema de alimentos y una preocupación obsesiva por el peso; la bulimia nerviosa, que involucra episodios de ingesta excesiva de comida seguidos de conductas para evitar el aumento de peso, como el vómito, uso de laxantes o ejercicios excesivos y el trastorno por atracón, donde se consume grandes cantidades de comida de manera descontrolada con malestar posterior.
Otro factor preocupante son los populares "retos" de pérdida de peso o transformación corporal que circulan en plataformas digitales. Estos desafíos pueden desencadenar trastornos graves de conducta alimentaria en los jóvenes, que se someten a dietas extremas y, eventualmente, pierden el control sobre su relación con la comida.
Impacto en el núcleo familiar
Este tipo de circunstancias no solo impactan individualmente. La familia también sufre una desconexión cuando un adolescente desarrolla un trastorno alimentario. "Los padres comienzan a notar cambios en el comportamiento, como la mentira, el aislamiento o el malestar físico. Esto genera ansiedad, angustia y una sensación de impotencia al no poder ayudar a su hijo", explica la doctora Rueda Guzmán.
Es importante que los padres estén atentos a ciertos signos. La psiquiatra del HIC recomienda estar alerta si un adolescente comienza a perder peso rápidamente sin explicación o si menciona frases como "me siento gordo" o "me veo más delgado". Además, el exceso de ejercicio o la constante preocupación por el peso pueden ser señales claras de que algo no está bien.
La prevención de los trastornos alimentarios comienza en el hogar. La psiquiatra enfatiza la importancia de crear un ambiente familiar sólido, donde los adolescentes se sientan respaldados y valorados por quienes los rodean. "El cariño y la autoestima son fundamentales para prevenir que los jóvenes busquen validación en los estándares de belleza impuestos por las redes sociales", afirma.
Además, es esencial que los padres fomenten una relación saludable con la comida, evitando imponer restricciones severas o patrones alimenticios poco realistas. Supervisar el uso de redes sociales y asegurarse de que los adolescentes comprendan los riesgos asociados con su consumo también es clave en la prevención.
Así pueden ser atendidos en el HIC
Cuando el trastorno alimentario ya está presente, el tratamiento debe ser integral. La doctora explica que en el Hospital Internacional de Colombia se puede recurrir a terapia ambulatoria con un equipo multidisciplinario que incluya psicólogos, psiquiatras y nutricionistas. Sin embargo, precisa, “en casos más graves, como los que implican un riesgo para la vida del adolescente, puede ser necesario un tratamiento hospitalario para restaurar su salud física y emocional”.