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Implantan válvula pulmonar sin necesidad de cirugía para salvar vida de una niña

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  • Equipo médico de la FCV realiza por primera vez en Santander un implante de válvula pulmonar mediante cateterismo cardíaco, es decir sin necesidad de abrir el pecho.
  • El procedimiento se realizó en una niña de 11 años que nació con una cardiopatía congénita que afecta su válvula pulmonar, la “puerta” que permite el paso de la sangre del corazón hacia los pulmones. 
  • Con esta moderna intervención, se ingresa con un catéter por los vasos de la pierna o el cuello para llevar la válvula hasta el punto que el corazón lo requiere.
 
Bucaramanga, noviembre de 2021. En 11 años de vida, Liseth Mariana Caballero ha sido sometida a tres cirugías que buscan el mismo objetivo: permitir que la sangre fluya entre su corazón y sus pulmones.  Este año, lamentablemente su evolución marcó que necesitaba una cuarta intervención. El riesgo que representaba un nuevo procedimiento de este tipo era muy alto y por ello, los médicos de la FCV realizaron por primera vez en Santander el implante de una válvula pulmonar mediante cateterismo cardíaco, es decir sin necesidad de abrirle el pecho. 
 
Unos minutos después de nacida, Liseth Mariana fue diagnosticada con atresia pulmonar con comunicación interventricular. En palabras más sencillas, ella llegó al mundo sin válvula pulmonar, una de las cuatro que tiene el corazón (además de la mitral, tricúspide y aórtica) y cuya función es actuar como una especie de puerta que se abre y cierra para permitir el paso de la sangre. 
 
“En estos casos, a los pocos días del nacimiento se realiza una cirugía para generar conexión entre el ventrículo derecho del corazón y la arteria que lleva la sangre a los pulmones. Sin embargo, esta no es la única intervención porque a medida que el paciente crece, la válvula que ubicamos se va quedando pequeña y debe ser reemplazada”, explica Claudia Flórez, cardióloga pediatra y líder del centro de cardiopatías congénitas pediátricas de la FCV.
 
Después de la primera conexión y dos reemplazos posteriores, Liseth sufrió una infección que complicó su situación y por la cual se descartó una cuarta cirugía. La solución pasó a manos de un equipo multidisciplinario de hemodinamia, anestesiología, electrofisiología, cardiología, técnicos y otros profesionales de la FCV que implantaron en tres horas la nueva válvula con el apoyo y acompañamiento del médico José Luis Zunzunegui, del hospital Gregorio Marañón (España), donde se ha consolidado como experto mundial en esta técnica.
 
“Lo que realizamos es un procedimiento novedoso. Hicimos una punción para ingresar a los vasos de la pierna con un catéter (una especie de manguera plástica delgada y flexible), que nos sirvió de vehículo para llevar la válvula y ubicarla en el lugar que se requería”, asegura Justo José Santiago Peña, cardiólogo pediatra y hemodinamista de la FCV, quien fue el operador del procedimiento.
 
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Esta técnica, que puede ser empleada tanto en niños como en adultos, solo tiene dos condiciones: que el paciente pese más de 17 kilos y que haya pasado previamente por una cirugía de implante valvular. “El reemplazo de válvula pulmonar mediante cateterismo cardíaco ofrece las ventajas de la cirugía, pero con menor tasa de hospitalización, una recuperación rápida y representa menos riesgos”, sostiene Santiago Peña. 
 
La esperanza de los médicos de la FCV es que esta nueva válvula le sea útil a Liseth Mariana durante gran parte de su vida adulta para que no necesite reintervenciones en el futuro cercano. “Gracias a Dios ella está muy estable y en buenas manos. Espero que pronto pueda tener una vida normal, que pueda jugar y cumplir sus sueños de ser médica para salvar muchas vidas, así como han salvado la de ella”, afirma Milena Zafra, madre de la niña. 
 
¿Qué son las cardiopatías congénitas? 
 
Los problemas de funcionamiento de la válvula pulmonar suelen ser ocasionados por cardiopatías congénitas, que son malformaciones en la estructura o forma del corazón que ocurren durante el desarrollo embrionario. En Colombia, se estima que cada año se diagnostican 5.200 casos de este tipo. 
 
Los síntomas de estas enfermedades pueden presentarse en los primeros días de vida o a lo largo de la niñez. Por esta situación, los especialistas recomiendan estar atentos a señales de alarma como coloración morada en los labios o dificultades para respirar. 
 
Si los padres identifican estas señales deben acudir a centros especializados de diagnóstico y tratamiento de cardiopatías congénitas, como la FCV, donde se hace una valoración completa. "Empleamos desde técnicas de imagen muy sencillas como una radiografía o un electrocardiograma hasta técnicas más avanzadas como un ecocardiograma, que es nuestro examen principal para evaluar la forma y la función del corazón", sostiene Javier Castro, cardiólogo pediatra de la FCV. 
 
De esta forma es posible identificar el tipo de cardiopatía congénita (existen más de 70) y su gravedad. Aunque hay algunas que no generan complicaciones en la vida del paciente, e incluso se corrigen de forma espontánea, una gran mayoría necesita de tratamiento: ya sea cirugía correctiva, cirugía paliativa o a través de métodos no quirúrgicos como el cateterismo. 
 
 
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