
ECMO, tecnología que reemplaza la función del pulmón
- La Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) es líder latinoamericano en oxigenación por membrana extracopórea (ECMO, por sus siglas en inglés), técnica que reemplaza temporalmente las funciones del pulmón y/o corazón.
- A raíz de la pandemia, la institución santandereana amplió su capacidad de atención y hoy puede tratar hasta 14 pacientes de forma simultánea con esta tecnología.
- La FCV inició su programa de ECMO en 2007 y en el 2018 recibió el reconocimiento como centro de excelencia por parte de la organización internacional que agrupa a todos los centros que emplean esta terapia en el mundo.
Bucaramanga, septiembre de 2020. La palabra ECMO no decía nada hace un par de meses para Yudy Velandia Zorro. Esta sigla, desconocida para la mayoría, hace referencia a la oxigenación por membrana extracorpórea, terapia que ha cobrado un gran protagonismo en la pandemia de COVID-19. Dicha tecnología reemplaza artificialmente las funciones del pulmón y/o el corazón por un tiempo prudente para que los pacientes en estado crítico que no han respondido favorablemente a los tratamientos convencionales, como era el caso de Yudy, se recuperen.
“Ella permaneció varios días en cuidados intensivos en una clínica de Bogotá por una neumonía grave causada por COVID-19. Con un equipo de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) viajamos para iniciar la terapia ECMO en el hospital en el que se encontraba, estabilizarla y traerla en el avión medicalizado de la FCV a Bucaramanga para continuar con el tratamiento”, cuenta Leonardo Salazar Rojas, director del programa de Ecmo y Corazón Artificial de la FCV, el centro de América Latina que más pacientes interviene con esta técnica (un promedio de 80 cada año).
Para darle un descanso a los pulmones mientras desinflaman y superan los efectos de la COVID-19, la máquina ECMO se conecta a la circulación de los pacientes a través de dos ‘tuberías’ de goma. Una de ellas extrae la sangre para oxigenarla y la otra la devuelve tras el proceso. De acuerdo con Salazar, una de las grandes ventajas de esta tecnología es que permite “disminuir la fuerza que transmite a los pulmones” la terapia convencional, basada en el uso de ventiladores mecánicos, lo que favorece la recuperación.
Máquina ECMO en funcionamiento.
Los pacientes graves por COVID-19 que inician con este tratamiento de forma oportuna requieren en promedio entre tres y cuatro semanas para mejorar y desinflamar sus pulmones. “Al principio, cuando me inició toda esto de la enfermedad, tenía fiebre, dificultad para respirar, tos, perdí el olfato, el gusto y tuve complicaciones para dormir. Después de toda la atención ya no tengo ningún síntoma y ahora me queda es un proceso de rehabilitación, acondicionamiento físico y terapias respiratorias”, afirma Yudy Velandia, quien ya adelanta la etapa final de su recuperación en un hospital de Bogotá, cerca de sus seres queridos.
Después de superar diferentes adversidades, José David Rodríguez Salom, esposo de Yudy, rescata la importancia de la comunicación constante que se estableció entre la familia, ubicada en Tenjo (Cundinamarca), y el equipo médico de la FCV para entender a la distancia todo el proceso y seguirlo paso a paso. “Nos sentimos muy cerca y eso en parte le ayudó a ella. Estamos muy agradecidos y siempre los llevaremos en el corazón por devolvernos una parte muy importante de nuestra familia”.
Yudy en compañía de su esposo, José David Rodríguez Salom.
Equipo ECMO FCV, centro de referencia latinoamericano
Desde el 2007, cuando la FCV empleó por primera vez la terapia de oxigenación por membrana extracorpórea, hasta hoy, el programa de ECMO de la institución santandereana no ha parado de desarrollarse para ayudar a quienes presentan fallas cardiopulmonares y tienen una probabilidad de muerte cercana al 80%.
Para responder de una mejor forma frente a la pandemia por COVID-19, la FCV decidió ampliar su capacidad para pasar de atender nueve pacientes de forma simultánea con ECMO a brindar el tratamiento hasta a 14 pacientes al tiempo. “Se hizo un esfuerzo importante en entrenamiento de más personal y adquisición de equipos”, revela Salazar, quien también se desempeña como presidente para el capítulo latinoamericano de la Organización para el Soporte Vital Extracorpóreo (ELSO, por sus siglas en inglés), ente que reúne a los centros que implementan esta tecnología en el mundo.
En 2018, la FCV se convirtió en la primera institución médica en Colombia, y la segunda en Latinoamérica (tras la Clínica Las Condes en Chile) en recibir por parte de ELSO el reconocimiento como centro de excelencia en ECMO, lo que garantiza que la institución cumple con los estándares de calidad más altos que existen en el mundo.
De igual manera, el hospital se ha convertido en centro de entrenamiento en ECMO para los equipos médicos de diferentes países de la región. “La organización busca mejorar constantemente sus resultados y una de las formas de hacerlo es a través de actividades de educación que nos permitan compartir los conocimientos y la experiencia que hemos adquirido durante más de 12 años”, sostiene Salazar.