Continúa creciendo el respaldo a la donación de órganos y tejidos en Santander

Bucaramanga, febrero de 2021. Aunque la emergencia sanitaria por COVID-19 representó nuevos retos para la donación y el trasplante de órganos, la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) registró en 2020 la tasa de aceptación a la donación más alta desde el inicio del Programa de Trasplantes FCV en 2004. 

De 17 entrevistas familiares que se realizaron para la donación de órganos, 16 accedieron a brindar una segunda oportunidad de vida a quienes lo necesitaban. Esta tasa de aceptación ha ido creciendo progresivamente: mientras en el 2015 la cifra se ubicaba en 45 %, en 2019 subió a 88 % y en 2020 al 94 %. 

 

A pesar de que la aceptación fue alta, el número real de donantes fue inferior al registrado en 2019, cuando 26 familias accedieron a la donación. Esta situación se presentó en todo el país. De acuerdo con las estadísticas más recientes del Instituto Nacional de Salud (INS), entre 2019 y 2020 la donación cayó al pasar de 417 donantes a 222. 

“La pandemia ha requerido que todas las instituciones de salud y el personal médico afiance los protocolos para elegir al donante idóneo, de ahí que a todos los que ingresan al proceso se les realiza prueba para SARS-CoV-2 y un panel para pruebas infecciosas”, explica Laura Hernández, médica coordinadora de trasplantes de la FCV. 

La disminución en el número de donantes tuvo un impacto directo en la cantidad de trasplantes. Se pasó de 44 trasplantes durante 2019 en la FCV, a realizar 30 el año pasado (15 de corazón, 10 de riñón y 5 de hígado). A pesar de ello, dicha institución fue la que más trasplantes de órganos registró en la regional 4, que reúne a Santander, Norte de Santander, Arauca y Cesar.

A nivel nacional también se sintió la reducción. Las cifras registradas en 2019 de trasplante cadavérico (1.074) y trasplante de donante vivo (228) cayeron en el 2020 en un 47 % y un 18 % respectivamente, según información reciente del INS. 

“Hoy en Colombia hay más de 3.000 personas esperando por un trasplante de órgano, de las cuales 2.800 esperan por un riñón, seguido de hígado, corazón y pulmón. De ahí radica la importancia de expresar nuestra voluntad de donar órganos y tejidos”, asegura Hernández.

 

Cuando se recibe una alerta de potencial donante, los médicos coordinadores de trasplante se acercan para evaluar en detalle el caso. Los donantes son aquellas personas fallecidas con diagnóstico de muerte encefálica o paro cardiorrespiratorio, que manifestaron en vida su intención de donar o cuyos familiares entregaron el consentimiento. 

 

Solo son extraídos los órganos y tejidos indicados por la familia en el formulario de aceptación y que se encuentren en óptimas condiciones para trasplantar, según los resultados de los exámenes. “Una vez el órgano es extraído, se embala por la instrumentadora y el médico coordinador para ser enviados a la institución en la que se encuentra el receptor. Los órganos van inmersos en líquidos para la preservación y en condiciones especiales para mantener la temperatura de cuatro grados necesaria para conservarlos”, explica Fernando Quintero, médico coordinador de trasplantes. 

 

De acuerdo con el Ministerio de Salud, cada donante puede ayudar a salvar la vida de hasta 55 personas. En Colombia se realizan trasplantes de corazón, pulmón, hígado, riñones, intestino, y páncreas, además de diferentes tejidos como médula ósea o vasos sanguíneos. Actualmente hay 26 Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) habilitadas por el INS para prestar el servicio de trasplante de órganos y tejidos. Desde el 2004, la FCV es una de ellas y hoy se ha convertido en líder del nororiente colombiano.