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Falla cardiaca

¿Qué es?

El corazón es un músculo fuerte que se encarga de bombear la sangre, rica en oxígeno y nutrientes, al resto del cuerpo. La falla cardiaca, conocida también como insuficiencia cardiaca o insuficiencia cardiaca congestiva, es una enfermedad crónica y progresiva que se produce cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre de forma adecuada a todo el organismo. Esto no significa que el corazón haya dejado de funcionar, sino que necesita ayuda para hacerlo.

Con el tiempo, este defecto puede provocar daños en otros órganos y favorecer la acumulación de líquido en los pulmones. Esta afección puede ocurrir en cualquier momento de la vida, sin embargo, el riesgo de padecerla aumenta con la edad.

Un tratamiento adecuado puede mejorar los síntomas y signos de la enfermedad y permitir que las personas que la padecen vivan bien por más tiempo.

Causas

Diversos trastornos o enfermedades que afectan la estructura o la función del corazón pueden a su vez favorecer el desarrollo de la falla cardiaca. Dentro de las principales causas encontramos:
 
  • Enfermedad coronaria
  • Infarto agudo de miocardio
  • Hipertensión arterial
 
Otras afecciones que pueden causar insuficiencia cardiaca son:
 
  • Anormalidades del ritmo del corazón (arritmias)
  • Enfermedades del músculo cardiaco (cardiomiopatías)
  • Defectos cardiacos de nacimiento (cardiopatías congénitas)
  • Enfermedades de las válvulas cardiacas
  • Infecciones del corazón y/o las válvulas cardiacas
Enfermedades pulmonares: EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), tromboembolismo pulmonar

Factores de riesgo

Además de las enfermedades mencionadas anteriormente, existen otros factores que pueden, por sí solos o en combinación con otros, favorecer el desarrollo de la falla cardiaca:
 
  • Sobrepeso u obesidad
  • Diabetes
  • Fumar o mascar tabaco
  • Consumo de alcohol y/o drogas
  • Apnea del sueño
  • Fármacos: ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer, la diabetes, la presión alta, el dolor, entre otros, pueden aumentar el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca.

Síntomas

  • Disnea (dificultad para respirar, sensación de ahogo) durante la actividad física o el reposo.
  • Dificultad para respirar al estar acostado
  • Edemas (hinchazón) en pies, tobillos, piernas y/o abdomen
  • Ganancia de peso
  • Fatiga y debilidad
  • Tos
  • Náuseas
  • Palpitaciones, latidos irregulares o rápidos del corazón
  • Desmayos y dificultad para concentrarse


¿Presentas alguno de estos síntomas?



Clasificación

Existen principalmente dos clasificaciones de la insuficiencia cardiaca que permiten establecer la gravedad y la progresión de la enfermedad.
 
La clasificación de la New York Heart Association (NYHA) se basa en el grado de incapacidad funcional, va de I a IV, siendo I la clase menos grave y IV la de mayor gravedad:
 
Clase I: no hay síntomas ni limitación al realizar actividad física.
Clase II: ligera limitación de la actividad física, apareciendo dificultad para respirar con esfuerzos intensos.
Clase III: marcada limitación al realizar actividades de menor esfuerzo - dificultad para respirar, fatiga, palpitaciones - que desaparece en reposo.
Clase IV: limitación muy severa de la actividad física, los síntomas aparecen incluso en reposo.
 
La clasificación del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA) se basa en los riesgos potenciales de desarrollar falla cardiaca, buscando identificarlos con tiempo para evitar la progresión de la enfermedad:
 
Estadío A: alto riesgo de insuficiencia cardíaca, pero no hay síntomas ni signos de la enfermedad.
Estadío B: hay enfermedad cardiaca, pero no hay síntomas de insuficiencia cardíaca.
Estadío C: hay enfermedad cardiaca con síntomas de insuficiencia cardíaca.
Estadío D: enfermedad cardiaca avanzada que requiere tratamientos especializados.