Enfermedades y tratamientos

Aborto espontáneo

¿Qué es?

El aborto espontáneo, también conocido como pérdida gestacional, es un término médico que se refiere a la interrupción involuntaria del embarazo antes de la semana 20 de gestación. Esta experiencia dolorosa afecta a muchas parejas en todo el mundo y puede tener un impacto significativo tanto en el bienestar físico como emocional de quienes lo viven. 

El aborto espontáneo es más común de lo que se piensa. Algunas investigaciones sugieren que más del 30 por ciento de los embarazos finalizan en aborto espontáneo, y muchos terminan antes de que la persona sepa que está embarazada.

Causas

Las causas varían y, en muchos casos, no se puede identificar una razón específica. Sin embargo, algunos factores conocidos que aumentan el riesgo de aborto espontáneo abarcan: anomalías estructurales de los órganos reproductores, como fibromas, tejido cicatricial, útero doble o cuello uterino débil (insuficiencia cervical), que tiende a abrirse a medida que el útero crece; trastornos del sistema inmunológico; enfermedades crónicas como la diabetes; una glándula tiroides poco activa (hipotiroidismo) o una tiroidea hiperactiva (hipertiroidismo), si cualquiera de las condiciones es grave o está mal controlada; infecciones durante el embarazo, como una infección por citomegalovirus o rubéola; problemas hormonales; consumo de drogas y alcohol; heridas graves; abortos en embarazos anteriores (abortos repetidos); exposición a toxinas ambientales, obesidad y avance de la edad. Asimismo, cuando una mujer embarazada tiene sangre Rh negativa y el feto tiene sangre Rh positiva, también aumenta el riesgo de aborto espontáneo.

Síntomas

Uno de los síntomas más comunes de un aborto espontáneo es el sangrado vaginal, que puede variar desde manchas ligeras hasta sangrado intenso. Otras señales pueden incluir cólicos abdominales, dolor de espalda, pérdida repentina de los síntomas del embarazo, como las náuseas o la sensibilidad en los senos, y la expulsión de tejido o coágulos a través de la vagina. Es importante destacar que estos signos pueden ser diferentes en cada caso, y algunas mujeres experimentan abortos espontáneos sin presentar ningún indicio de los mencionados anteriormente. Cuando una mujer manifiesta síntomas que sugieren un aborto espontáneo, es fundamental buscar atención médica de inmediato.

Diagnóstico

El diagnóstico de un aborto espontáneo generalmente se realiza a través de un examen físico, análisis de sangre para medir los niveles de hormonas del embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), y una ecografía. Ésta juega un papel crucial en el diagnóstico, ya que puede mostrar si el embrión o feto tiene latido cardíaco y si el embarazo se encuentra en las etapas iniciales o avanzadas.

Una vez que se confirma un aborto espontáneo, el enfoque clínico puede variar dependiendo de la situación individual y las preferencias de la paciente. En algunos casos, el cuerpo puede expulsar naturalmente los restos del embarazo sin intervención médica adicional. Sin embargo, en situaciones en las que el proceso no ocurre de forma espontánea o cuando hay complicaciones, pueden considerarse opciones adicionales. Éstas comprenden medicamentos para ayudar a inducir la expulsión, dilatación y curetaje (D&C) para eliminar el tejido restante del útero, o en casos más raros, cirugía para corregir anormalidades uterinas.

Es necesario evitar tener relaciones sexuales hasta que todos los síntomas de aborto espontáneo hayan desaparecido. El periodo debería regresar dentro de las 4 a 8 semanas posteriores al acontecimiento, aunque puedan pasar varios meses antes de que se asiente en un ciclo regular. 

Si la mujer no tiene intención de quedar embarazada, debe usar métodos anticonceptivos de inmediato. Si por el contrario quiere estarlo, es posible que desee hablarlo con su médico de cabecera o con el equipo de atención del hospital.

Apoyo emocional

Además del aspecto físico, es esencial abordar el impacto emocional que el aborto espontáneo tiene en las parejas y en las mujeres que lo experimentan. Esta circunstancia puede desencadenar una amplia gama de emociones, que van desde la tristeza y la pérdida hasta la confusión, la ira e incluso la culpa. 

Por lo anterior, es fundamental que quienes han vivido un aborto espontáneo reciban el apoyo adecuado para lidiar con su pérdida. Esto puede incluir atención médica especializada en salud mental, como terapia de duelo o consejería psicológica, que brinda un espacio seguro para expresar y procesar las emociones. 

Asimismo, en términos de planificación futura, las parejas y las mujeres que han experimentado un aborto espontáneo pueden beneficiarse de la orientación médica y asesoramiento antes de intentar otro embarazo. Los profesionales de la salud deben evaluar los posibles factores de riesgo y proporcionar recomendaciones individualizadas para minimizar las probabilidades de futuras pérdidas gestacionales. 

Es importante tener en cuenta que el proceso de duelo puede llevar tiempo y cada individuo tiene su propio ritmo para sanar emocionalmente. Algunas parejas se sienten listas para intentar un nuevo embarazo después de un corto período, mientras que otras pueden necesitar más tiempo para procesar su pérdida y sanar emocionalmente antes de considerarlo. 

Entonces, el aborto espontáneo es una realidad que requiere atención médica y emocional. Los síntomas son indicadores importantes para el diagnóstico y el tratamiento. Además del enfoque clínico, el apoyo adecuado y el tiempo necesario para sanar son cruciales en quienes han experimentado esta pérdida. Sin duda alguna, la atención integral y comprensiva es fundamental para ayudar a las parejas y mujeres a enfrentar esta experiencia y encontrar esperanza en el futuro.



¿Presentas alguno de estos síntomas?