síntomas
Causas
La cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. La bola, llamada cabeza femoral, conforma la parte superior del hueso del muslo (fémur) y el receptáculo (acetábulo) se forma en el hueso de la pelvis.
En algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola (fémur) puede salirse ya parcial o completamente. Una o ambas caderas pueden estar comprometidas.
La causa se desconoce. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo pueden incrementar el riesgo para el bebé de padecer esta enfermedad. Otros factores de riesgo pueden abarcar:
- Ser primogénito.
- Ser de sexo femenino.
- Posición de nalgas durante el embarazo, en la cual los glúteos del bebé están abajo.
- Antecedentes familiares de este trastorno.
Esta enfermedad se presenta en aproximadamente 1 de cada 1,000 nacimientos.
Pruebas diagnósticas
Los pediatras examinan habitualmente a todos los recién nacidos y a los bebés en busca de displasia de la cadera. Existen varios métodos para detectar la dislocación de cadera o una cadera que se puede dislocar.
El método más común para identificar la afección es un examen físico o chequeos médicos de las caderas, el cual consiste en aplicar presión mientras éstas se mueven. El médico escucha para ver si hay algún chasquido, sonidos sordos o crujidos.
La ecografía de la cadera se utiliza en bebés más pequeños para confirmar el problema. Una radiografía de la articulación coxofemoral puede ayudar a diagnosticar la afección en bebés grandes y niños.
Una cadera que está verdaderamente dislocada en un bebé se debe detectar al nacer, pero algunos casos son leves y los síntomas pueden no desarrollarse hasta después del nacimiento, razón por la cual se recomienda hacer múltiples exámenes. Algunos casos leves son silenciosos y no se pueden detectar durante un examen físico.
Tratamiento
Cuando el problema se encuentra durante los primeros seis meses de vida, se utiliza un dispositivo o arnés para mantener las piernas separadas y volteadas hacia afuera (posición de pata de rana). Este dispositivo por lo general sostiene la articulación coxofemoral en su lugar mientras el niño crece.
Este arnés funciona para la mayoría de los niños cuando se comienza a colocar antes de los seis meses de edad, pero es menos probable que funcione para los niños mayores.
Los niños que no mejoran o a quienes se les hace un diagnóstico después de los seis meses con frecuencia necesitan cirugía. Después de la intervención quirúrgica, se colocará una férula en la pierna del niño durante un tiempo.
Referencias
Hosalkar HS, Horn D, Friedman JE, Dormans JP. The hip. En: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson de libros de texto de Pediatría. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2007:chap 677.
Cooperman DR, Thompson GH. Neonatal orthopedics. En: Martin RJ, Fanaroff AA, Walsh MC, eds. Fanaroff y Martin’s Neonatal-Perinatal Medicine. 9th ed. St. Louis, MO: Mosby Elsevier;2010:chap 54.
Contenido: 20 de febrero de 2011
Versión del inglés revisada por: Jennifer K. Mannheim, ARNP, Personal médico, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Seattle Hospital de Niños; y Neil K. Kaneshiro, MD, MHA, Profesor Adjunto de Pediatría Clinica, Universidad de Washington Facultad de Medicina. También se examinó por David Zieve, MD, MHA, Director Médico, ADAM, Inc. Traducido por: DrTango, Inc.