Cuando en marzo del 2020 se declaró la pandemia por COVID-19, la ampliación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) fue una de las primeras estrategias de las que se habló en el mundo. Desde entonces, la palabra UCI se escucha todos los días en los noticieros cuando reportan los niveles de ocupación en los hospitales e informan sobre los diferentes planes de expansión.

Las UCI están destinadas a los pacientes que presentan una condición clínica que pone en peligro su vida de forma inminente y que requieren un manejo especializado con soporte vital y monitorización. Además de contar con las camas de UCI, se necesita toda una estructura que se basa en cuatro pilares fundamentales:
La legislación colombiana estipula el siguiente estándar para la conformación de los equipos de trabajo:
En las UCI se cuenta con guías clínicas y protocolos claros para manejar las patologías más frecuentes por las cuales llegan los pacientes como lo son el infarto agudo de miocardio, las patologías neurovasculares y, actualmente por la pandemia, los problemas respiratorios.
El equipo humano que integra las UCI realiza revisiones de literatura médica internacionales y adapta las guías a la realidad nacional.

Para la adecuada atención en UCI, es necesario contar con diferentes equipos y herramientas como ventiladores mecánicos para garantizar la oxigenación del paciente; bombas de infusión, con las que se administra y se controla con precisión la medicación o los nutrientes, y monitores, que permiten seguir continuamente los parámetros vitales del paciente.
Las UCI requieren de servicios de apoyo como laboratorio clínico, imágenes diagnósticas, cirugía, entre muchos otros, para atender de forma adecuada a los pacientes.
Durante esta época de crisis, la FCV ha sido un gran apoyo para el sistema de salud al ofrecer una mayor y mejor disponibilidad de camas en UCI y liderar, gracias a su experiencia en el manejo de la técnica de soporte vital artificial conocida como oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), procesos que pueden mejorar el pronóstico de ciertos pacientes.
Actualmente el complejo en salud de la FCV (Instituto Cardiovascular y Hospital Internacional de Colombia) cuenta con 115 camas UCI y maneja una política de puertas abiertas: se permite el ingreso de familiares, con todas las medidas de protección, para acompañar el proceso de recuperación y rehabilitación de los pacientes.

Además de salvar vidas, los beneficios de la donación de sangre pueden incluir una mejor salud cardíaca al

Cuando en marzo del 2020 se declaró la pandemia por COVID-19, la ampliación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) fue una de las primeras estrategias de las que se habló en el mundo. Desd

Ante la imposibilidad de fabricar sangre, la única esperanza que hay de contar con ella es la donación, un procedimiento seguro y rápido, que en su totalidad puede tomar solo 30 minutos (encuest