
A esta constelación de síntomas y afecciones que se presentan después de la enfermedad aguda, se le conoce como síndrome post COVID-19, COVID persistente o COVID larga. Se caracteriza por síntomas, complicaciones o secuelas que se presentan después de 4 semanas del inicio de la infección causada por el SARS-CoV-2. Las personas que la sufren han reportado los siguientes síntomas: fatiga, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, pérdida del sentido del gusto o del olfato, mareos, dolor en el pecho, palpitaciones, dificultad para respirar, tos, dolores articulares o musculares; depresión o ansiedad, fiebre; síntomas que empeoran después de la actividad física o mental; erupciones cutáneas; diarrea y pérdida de apetito.