Cada vez existe más conciencia sobre los síntomas que se desencadenan con un ataque o accidente cerebrovascular (ACV): dificultad en el habla, parálisis de alguna extremidad o una parte de la cara, problemas de visión en uno o los dos ojos o pérdida del equilibrio, entro otros.
Sin embargo, es posible presentar inconvenientes en el flujo sanguíneo hacia el cerebro y ni siquiera percibirlo. Cuando esto ocurre, se habla de un accidente isquémico transitorio (AIT), también llamado un mini accidente cerebrovascular o silencioso.
A diferencia de un ataque cerebrovascular, en un AIT el bloqueo que impide el flujo normal de sangre a través de las arterias se rompe o disuelve rápidamente, evitando así la muerte del tejido cerebral. En otras palabras, el tiempo en el que transcurre es tan corto que no se alcanza a generar un gran daño.
La mayoría de veces, los AIT o mini accidentes cerebrovasculares ocurren en zonas del cerebro muy pequeñas que no controlan movimientos mayores ni funciones vitales, por eso no se generan síntomas muy evidentes. Estos se descubren usualmente cuando el paciente se realiza una imagen cerebral por otros motivos.
No obstante, en algunos casos es posible que afecten otras zonas y ocasionen mareo, visión doble y debilidad generalizada, síntomas que se pueden mantener hasta por dos horas. Cuando logran identificarse estos cambios, es vital buscar ayuda médica. ¿Por qué? A pesar de que muchos episodios de AIT se resuelven espontáneamente, otros siguen su curso en las 24 horas siguientes hacia un ACV y provocan déficits neurológicos permanentes.
Se estima que una de cada tres personas que tiene un accidente isquémico transitorio sufrirá en algún momento de su vida un ACV, y la mitad de esos casos se presentan dentro del año siguiente al haber presentado el primer episodio. El riesgo aumenta en función de cada paciente, teniendo en cuenta sus factores de riesgo individuales como hipertensión arterial, diabetes, obesidad y consumo de cigarrillos entre otros.
¿Cómo prevenir un accidente isquémico transitorio?
- Controlar la hipertensión arterial con medicamentos, cambios en la dieta y chequeos frecuentes
- Evitar el consumo de cigarrillo
- Realizar actividad física al menos 30 minutos diarios durante cinco días a la semana
- Limitar la ingesta de alcohol y no consumir drogas ilícitas
Aunque el AIT se presenta con mayor frecuencia en hombres que mujeres y es más alta su tasa en personas afro que blancas, su incidencia aumenta en todos los grupos de población a medida que avanza la edad. Casi un cuarto de las personas que pasaron los 80 años ha experimentado un mini accidente cerebrovascular. Por ello es importante ayudar a la población de edad avanzada a seguir las recomendaciones de prevención.