¿Cómo cuidar el corazón de tu bebé durante el embarazo?

Las cardiopatías congénitas son una alteración de la forma y la función del corazón, el sistema circulatorio y los grandes vasos, que se originan durante el desarrollo fetal y están presentes en el momento del nacimiento.

 

Dichas anomalías representan una de las causas más importantes de mortalidad y morbilidad en el mundo: producen una interrupción en el flujo normal de sangre a través del corazón, que puede disminuir, ir en la dirección equivocada o bloquearse por completo. 

Gracias a los avances tecnológicos, estas enfermedades se pueden diagnosticar en el corazón del bebé de manera temprana, con el objetivo de mejorar su supervivencia y disminuir su morbilidad. Actualmente, es posible sospechar su presencia en las ecografías realizadas durante el control prenatal, y realizar un diagnóstico entre las semanas 18 y 22 a través de estudios más especializados como la ecocardiografía fetal.

 

Por lo anterior, y para prevenir este tipo de problemas, una mujer en embarazo debe tener un buen cuidado prenatal: es recomendable que además de recurrir a ecografías de rutina para ver el crecimiento del bebé, acceda a ecografías especializadas que logren detectar las anomalías cardíacas en el feto. Puede requerir también pruebas genéticas para saber si tiene antecedentes familiares de cardiopatía congénita.

 

Asimismo, durante la etapa de gestación es aconsejable que tome sus medicamentos siguiendo indicaciones médicas, descanse lo suficiente, reciba las vacunas recomendadas, y evite actividades físicas extenuantes. Debe controlar su peso –aumentar la cantidad adecuada contribuye al crecimiento y desarrollo óptimo del bebé–, regular la ansiedad que conlleva la evolución del embarazo y el parto; así como eliminar el cigarrillo, el alcohol, la cafeína y el consumo de sustancias psicoactivas.

 

Cabe resaltar que, aunque las cardiopatías congénitas pueden ocasionarse por factores genéticos; a menudo no se vinculan a una razón específica. Sin embargo, las causas conocidas incluyen defectos de un solo gen, trastornos cromosómicos, herencia multifactorial, agentes ambientales y deficiencias de micronutrientes; también el uso de ciertos fármacos durante la gestación, enfermedades como el virus del zika, la sífilis y la rubéola, y el consumo de alcohol y tabaco, estarían relacionados con estos problemas.

 

¿Necesitas ayuda especializada?

Las pruebas cardíacas especiales serán fundamentales para evaluar si existe algún defecto cardíaco congénito en la etapa neonatal, y determinarán si se trata de una anomalía simple, compleja o crítica. De acuerdo al caso, el parto deberá realizarse en un centro especializado, que cuente con un equipo multidisciplinario conformado por cardiólogos pediatras, cirujanos cardiovasculares pediátricos, hemodinamistas, entre otros expertos, encargados de establecer el tipo de tratamiento que el bebé necesita. Cuando los recién nacidos con una cardiopatía congénita crítica no diagnosticada salen del hospital, pueden tener problemas muy graves, como un colapso cardiovascular o la muerte durante los primeros días o semanas; dentro de los signos y síntomas de alerta se incluyen los siguientes: respiración rápida, cianosis (un tinte azulado en la piel, los labios y las uñas), fatiga y mala circulación sanguínea.

 

De esta manera, para que el corazón del bebé se mantenga fuerte y sano durante el embarazo, las personas en estado de gestación deberán poner especial atención a las citas prenatales y a las pruebas de tamizaje genético y de diagnóstico prenatal que mejoran la vigilancia, y determinan el riesgo antes de que el bebé nazca. A las madres gestantes se les recomienda hacer ejercicio aérobico al menos tres veces a la semana, tomar ácido fólico y alimentarse nutritivamente.

 

Por otro lado, organizaciones a nivel mundial continúan haciendo un llamado a la acción para reducir los factores de riesgo asociados a defectos congénitos, fortificar los alimentos de primera necesidad, y prevenir y tratar infecciones relacionadas con estas enfermedades, involucrando a los gobiernos, a la sociedad civil y a las agencias internacionales.