Los órganos de un bebé prematuro no están completamente desarrollados.
El bebé necesita cuidados especiales en una sala de recién nacidos hasta que los sistemas orgánicos se hayan desarrollado lo suficiente como para mantenerlo con vida sin soporte médico.
Esto puede tomar de semanas a meses.
Un bebé prematuro tendrá un peso al nacer más bajo que un bebé a término. Los signos físicos comunes de prematuridad abarcan:
Al nacer, un bebé se clasifica como:
Si una mujer entra en trabajo de parto antes de las 37 semanas, se denomina contracciones prematuras y, con frecuencia, su causa se desconoce. Los embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.) conforman alrededor del 15% de todos los nacimientos prematuros.
Los episodios y afecciones de la madre pueden contribuir a las contracciones prematuras. Los ejemplos son:
Diferentes problemas relacionados con el embarazo incrementan el riesgo de contracciones prematuras:
Otros factores que provocan que las contracciones prematuras y un parto prematuro sean más probables abarcan:
El bebé puede tener dificultad para respirar y conservar la temperatura corporal.
Entre los exámenes que más comúnmente se realizan en los bebés prematuros se encuentran:
Cuando se presenta el parto prematuro y no se puede detener, el equipo médico se preparará para un nacimiento de alto riesgo.
La madre se puede llevar a una clínica que atienda específicamente bebés prematuros, por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).
Al nacer, se lleva al bebé a una sala de recién nacidos para casos de alto riesgo. Se lo coloca bajo un calentador o en una caja transparente y con calefacción, llamada incubadora, que controla la temperatura del aire.
Las máquinas de monitoreo rastrean la respiración, la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en la sangre del bebé.
Los bebés usualmente son incapaces de coordinar la succión y la deglución antes de la semana 34 de gestación; por lo tanto, se les puede colocar una sonda de alimentación a través de la nariz o la boca hasta el estómago.
En los bebés muy prematuros o enfermos, la alimentación se puede realizar a través de una vena hasta que el bebé esté lo suficientemente estable como para recibir toda la nutrición en el estómago. (Ver: aumento de peso y nutrición neonatal).
Si el bebé tiene problemas respiratorios:
Se le puede colocar una sonda en la tráquea y una máquina llamada respirador le ayudará a respirar.
Algunos bebés cuyos problemas respiratorios son menos severos reciben presión positiva continua en la vía aérea (CPAP, por sus siglas en inglés) con pequeños tubos en la nariz en lugar de la tráquea. O pueden recibir únicamente oxígeno extra.
El oxígeno se puede suministrar por medio de un respirador, CPAP, gafas nasales o una campana de oxígeno sobre la cabeza del bebé.
Los cuidados de enfermería son necesarios hasta cuando el bebé sea capaz de respirar sin soporte extra, alimentarse por la boca y mantener la temperatura corporal y un peso corporal estable o en aumento. En los bebés muy pequeños, otros problemas pueden complicar el tratamiento y se puede necesitar una hospitalización más prolongada.
Contenido: 1 de agosto de 2010
Versión del inglés revisada por: Kimberly G. Lee, MD, MSC, IBCLC, Profesor Asociado de Pediatría, División de Neonatología, Médico de la Universidad de Carolina del Sur, Charleston, SC. Revisión previsto por la Red de Salud VeriMed. También se examinó por David Zieve, MD, MHA, Director Médico, ADAM, Inc. Traducido por: DrTango, Inc.