Editorial

Avances e innovaciones en cirugía cardíaca fetal

El campo de la cirugía fetal ha experimentado avances significativos, especialmente en procedimientos cardíacos cruciales para el manejo de cardiopatías congénitas complejas durante el periodo de gestación. Estos avances han permitido corregir o contrarrestar anomalías potencialmente mortales antes del nacimiento. Las intervenciones cardíacas fetales (ICF) representan un avance clave en esta área al aumentar la probabilidad de mejorar el desenlace clínico de los fetos afectados.

La mayoría de las ICF se realizan mediante cateterismo guiado bajo control ecográfico. Estas intervenciones tienen como objetivo modificar la progresión de la enfermedad, mejorar los resultados posnatales y aumentar las tasas de supervivencia. Entre las enfermedades primarias pudiendo ser tratadas por ICF se encuentran la estenosis aórtica fetal con síndrome de corazón izquierdo hipoplásico (SCIH), SCIH con septo atrial intacto o restrictivo y la atresia pulmonar con septo ventricular intacto (Sampat y Losty, 2021).

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La estenosis aórtica fetal es una condición grave que puede progresar a SCIH si no se trata. El SCIH se caracteriza por un corazón izquierdo subdesarrollado, incapaz de soportar la circulación sistémica. La progresión implica un aumento de la presión ventricular izquierda, produciendo fibrosis miocárdica e interrupción del crecimiento de las estructuras del corazón izquierdo. La valvuloplastia aórtica fetal está diseñada para aliviar esta presión, promover el crecimiento del corazón izquierdo y prevenir el SCIH. Esta técnica implica la introducción percutánea de un catéter-balón en el corazón fetal para dilatar la válvula aórtica estenótica. Varios estudios han demostrado altas tasas de éxito y mejores parámetros hemodinámicos en el feto, lo que resulta en mejores desenlaces posnatales (Sampat y Losty, 2021).

El SCIH con septo atrial intacto o restrictivo plantea otro desafío crítico puesto que produce hipoxia neonatal e hipertensión venosa pulmonar. En estos casos las ICF buscan crear o agrandar el defecto septal atrial, mejorando la oxigenación y reduciendo la hipertensión pulmonar. Se emplean técnicas como la septoplastia atrial fetal o la colocación de stent para lograr estos objetivos. Aunque estos procedimientos son técnicamente desafiantes, han demostrado potencial para reducir la morbilidad y mortalidad neonatal asociada con el SCIH (Sampat y Losty, 2021).

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En los casos de atresia pulmonar con septo ventricular intacto, las ICF tienen como objetivo prevenir la hipoplasia del ventrículo derecho y promover el crecimiento del corazón derecho. El procedimiento implica una valvuloplastia con balón o colocación de stent para asegurar un flujo sanguíneo adecuado a través de la válvula pulmonar. La intervención temprana es crucial para prevenir la progresión de la disfunción del ventrículo derecho y mejorar la función cardíaca posnatal (Sampat y Losty, 2021).

La cirugía cardíaca fetal continúa evolucionando en varios campos: imagenología, instrumentación y técnicas quirúrgicas. La ecocardiografía fetal de alta resolución y la resonancia magnética han mejorado significativamente el diagnóstico y evaluación de las cardiopatías congénitas, permitiendo la planeación y ejecución precisas de las ICF. Además, los avances en cateterismo y anestesia fetal han mejorado la seguridad y eficacia de estos procedimientos. A través de la innovación y la colaboración continuas, existe un inmenso potencial para mejorar la calidad de vida y las tasas de supervivencia de los fetos afectados, abriendo las puertas a una nueva era en medicina fetal y cardiología pediátrica.