Tocilizumab: una herramienta valiosa para los casos graves de COVID-19
Con el advenimiento de la pandemia de COVID-19 y la ausencia de tratamientos específicos efectivos contra la enfermedad, múltiples investigaciones se han concentrado en la búsqueda de alternativas terapéuticas que permitan mejorar el pronóstico de aquellos que desarrollan una enfermedad severa. Hasta el momento sólo el uso de un potente antiinflamatorio, la dexametasona, había demostrado reducir el riesgo de muerte en los pacientes gravemente enfermos. Ahora, el panorama de opciones se expande con la aprobación del Tocilizumab para tratar determinados casos de la enfermedad en algunos lugares del mundo.


El proceso de señalización mediado por citoquinas constituye la vía de comunicación principal de las células del sistema inmune. Las citoquinas son mediadores químicos que controlan y coordinan funciones celulares a través de señales específicas. Aunque es un sistema finamente sincronizado que permite al cuerpo reaccionar, defenderse, adaptarse y recuperarse frente a los invasores, en algunos casos se puede salir de control y promover escenarios patológicos. Así, en el caso de la COVID-19, se ha observado una correlación positiva entre altos niveles de interleuquina 6 (IL-6) — una citoquina multifuncional del sistema inmune — y cuadros severos de la enfermedad. A su vez, un estudio realizado en un hospital de Munich, Alemania, encontró que niveles muy elevados de esta citoquina podrían predecir el requerimiento de ventilación mecánica en los pacientes infectados.

Actualmente, existen varios medicamentos que pueden interferir, a diferentes niveles, en la vía de señalización de la IL-6. Entre ellos encontramos los inhibidores de la citoquina: siltuximab, clazakizumab, sirukumab, olokizumab; y los inhibidores de su receptor celular: tocilizumab, sarilumab, levilimab. El bloqueo de la IL-6 ha demostrado ser útil en el tratamiento de varias enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoidea y la artritis idiopática juvenil. El Tocilizumab, un anticuerpo monoclonal humanizado dirigido contra el receptor de la IL-6, ha sido aprobado para tratar la tormenta inflamatoria observada con el uso de ciertas terapias contra el cáncer. Teniendo en cuenta la eficacia de este medicamento en esos contextos, más de 80 estudios se han enfocado en la evaluación de sus efectos frente a la tormenta inflamatoria inducida por el SARS-CoV-2. Dentro del análisis de los datos arrojados hasta ahora por estos estudios, se destacaron los resultados de los ensayos clínicos RECOVERY, EMPACTA, COVACTA y REMDACTA. En estos estudios se observó que el Tocilizumab redujo el riesgo de muerte y el tiempo de hospitalización, así como la necesidad de ventilación mecánica, al evaluar los 28 días durante los cuales se hizo el seguimiento.

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