Mamografías: no toda noticia negativa significa cáncer

Un hallazgo en los resultados de una mamografía no siempre significa algo grave. Conoce aquí qué debes hacer si tu médico reporta alguna irregularidad en tus exámenes.

Recibir resultados “negativos” en una mamografía te puede generar preocupación y ansiedad. Sin embargo, es fundamental comprender que esto no siempre significa que haya un problema de salud grave. En muchos casos, puede ser simplemente una señal de tejido mamario denso o una anomalía temporal que requiere un seguimiento más detallado. Aun así, es importante abordar adecuadamente la situación y tomar medidas para mantener una buena salud mamaria.

Una vez recibiste tus resultados, es esencial hablar con tu médico para resolver todas tus dudas y comprender completamente lo que significan. Él te explicará los hallazgos de la mamografía y te proporcionará información detallada sobre tu situación mamaria específica y el paso a seguir dependiendo de tu diagnóstico.

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Ahora bien, es probable que te realicen otro estudio mamográfico conocido como "mamograma de diagnóstico". Pese a que tu mamograma anterior fue clasificado como un "mamograma de detección", en este caso se tomarán más imágenes para un examen más minucioso de áreas de interés.

Además de este nuevo examen, es posible que también te realicen una ecografía, que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del interior de tu seno en el área de interés.

En algunos casos, se requerirá una resonancia magnética (IRM). Durante este estudio, debes acostarte en un tubo angosto durante aproximadamente una hora, mientras la máquina crea imágenes más detalladas de tus tejidos mamarios. Aunque la IRM no causa dolor, sí puede molesta si eres de las personas que no se sienten cómodas en espacios pequeños y estrechos.

Al obtener los resultados, tu médico continuará con el control y te explicará si salió todo bien o si hay algo que deban atender.

Si quizá sientes que la angustia por tu situación se te está saliendo de control, busca el acompañamiento de amigos, familiares o grupos de apoyo para hablar sobre tus emociones y compartir tus preocupaciones.

Comunicarse con tu médico, seguir un plan de exámenes y adoptar un estilo de vida saludable son pasos importantes para mantener una buena salud mamaria y promover el bienestar general. La educación y la concientización son también fundamentales para empoderar a las mujeres en el cuidado de su salud y la prevención enfermedades mamarias.