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¿Cuándo se debe considerar un trasplante de médula ósea en niños?

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El trasplante de médula ósea (TMO) es un tratamiento para niños y adolescentes con ciertos tipos de cáncer, como leucemia, mieloma y linfoma, (le puede interesar: ¿Qué hacer si diagnostican con leucemia a mi hijo?, ¿Cómo saber si mi hijo tiene leucemia?). y otros trastornos de la sangre, entre los que se incluyen la anemia de células falciformes y la anemia aplásica. Su objetivo es reemplazar la médula ósea enferma del niño con médula ósea sana. También se realiza para reemplazar la médula ósea después de administrar altas dosis de quimioterapia o radiación para tratar el cáncer –este proceso se llama rescate en lugar de trasplante–. 

En el caso del cáncer, los expertos en hematología, oncología pediátrica y trasplante de médula ósea del centro especializado deberán trabajar juntos para hacer una evaluación detallada al paciente pediátrico, y hablarán con sus padres o responsables, sobre los riesgos y beneficios del trasplante y otras opciones de tratamiento. El niño tendrá exámenes físicos y pruebas para controlar que sus órganos estén funcionando correctamente. 

Cabe mencionar que la médula ósea es el material esponjoso en el centro de los huesos, que produce todo tipo de células sanguíneas, incluidas las células sanguíneas jóvenes, llamadas células madre. Estas células madre pueden convertirse en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas. Entonces, un niño puede necesitar un TMO porque las células sanguíneas dentro de los huesos han dejado de funcionar adecuadamente a causa del cáncer u otras enfermedades hematológicas. En este tipo de trasplante, las células madre se filtran y luego se infunden en el mismo niño, o en otro niño enfermo.

Una vez que se encuentran las células madre adecuadas, el paciente recibirá altas dosis de quimioterapia o radiación (a veces ambas) para destruir la médula ósea existente. Esto da a las nuevas células de la médula ósea espacio para crecer y para producir nuevas células sanguíneas. Las células madre se administran a través de una vía intravenosa, a menudo en el pecho. Estas encontrarán su camino hacia la médula ósea, crecerán y se convertirán en una médula ósea nueva y saludable. Las células madre trasplantadas se denominan injerto. 

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Existen diferentes tipos de trasplante de médula ósea, dependiendo del donante. Entre ellos se encuentran: 

  • Trasplante autólogo de médula ósea. Es el tipo de trasplante más común. En este caso, el paciente es a la vez donante y receptor de células madre formadoras de sangre, que se recolectan y se congelan hasta que se necesiten. Las células madre se obtienen ya sea por extracción de la médula ósea o por aféresis (un proceso de recolección de las células madre de la sangre periférica), y se devuelven al paciente luego de un tratamiento intensivo. 
  • Trasplante alogénico de médula ósea. Aquí se reemplazan las células de la sangre y la médula ósea dañadas, por las células sanas de un donante (quien debe coincidir genéticamente con el niño). Las células madre se toman por extracción de la médula ósea o por aféresis del donante; usualmente se trata de un hermano o hermana. En el alotrasplante de médula, las células sanas donadas crecen y producen células sanguíneas normales que ayudan a combatir las enfermedades. 

Cabe destacar que existen otros donantes para trasplantes alogénicos de médula ósea entre los que están los padres del niño, o bien, personas desconocidas. No obstante, en muchos casos los padres no representan una coincidencia lo suficientemente buena para ser donantes. En el caso de desconocidos, si coinciden genéticamente pueden ubicarse mediante los registros nacionales de médula ósea.  

  • Trasplante de sangre del cordón umbilical. En cuanto a este tipo, las células madre se obtienen del cordón umbilical tan pronto nace el bebé. Estas se reproducen en células sanguíneas funcionales de forma más rápida y eficaz que las células madre extraídas de la médula ósea de otro niño o adulto. La sangre del cordón umbilical se puede congelar y almacenar hasta que se necesite para trasplantar. 

Hay que tener en cuenta que los trasplantes son procedimientos médicos complejos y en ocasiones, algunos de sus pasos se pueden realizar en orden diferente, de acuerdo a la atención específica que el niño esté recibiendo. Lo más importante será conocer en detalle las implicaciones antes, durante y después de la intervención. Si bien la cura del cáncer suele ser el objetivo de un trasplante de médula ósea, será necesario que el niño acuda al médico y se someta a pruebas con regularidad luego del trasplante; esto, a fin de detectar cualquier signo del cáncer o complicación, o para brindar atención por algún efecto secundario que pueda tener; este seguimiento es parte importante de la recuperación y del éxito del procedimiento.

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