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Cita con tu bienestar

¿La depresión afecta el sueño?

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Los problemas de depresión y sueño pueden ir de la mano. De hecho, uno de los síntomas más comunes de la depresión es el trastorno del sueño. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, de las 300 millones de personas en el mundo que han sido diagnosticadas con depresión, por lo menos el 40% tiene algún tipo de problema con el sueño.

Estos problemas pueden manifestarse de dos formas:

  • Insomnio: la persona tiene dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante largos periodos de tiempo.
  • Hipersomnia: la persona se siente somnolienta durante todo el día, de una manera anormal, incluso si ha dormido lo suficiente.


 ¿Tienes estos síntomas?

 

¿Pero qué causa que el sueño se vea afectado? Esto ocurre porque la depresión puede ser responsable de que se presenten bajos niveles de serotonina y esta sustancia juega un papel importante en el cambio del estado de despierto, al sueño.

Sin embargo, también es importante conocer que, así como la depresión afecta el sueño, los trastornos que dificultan el descanso, también puede perjudicar la salud mental y llevar a la depresión.

Diagnóstico y tratamiento

Para conocer cómo se puede recibir un tratamiento para quien padece alguna de estas condiciones, es importante tener claro el trastorno de origen. Por ejemplo, si la persona tiene depresión y está experimentando síntomas relacionados con el sueño, los profesionales de la salud formulan que se debe buscar un tratamiento para la depresión; en caso contrario, si la persona presenta un trastorno del sueño y a raíz de eso aparecen señales de una posible depresión, generalmente se trata el trastorno del sueño para poder así reducir este último problema.

En entradas anteriores se mencionaron algunos tratamientos para esta patología; estos pueden ser farmacológicos, psicoterapéuticos, e incluso, con Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), sin embargo, para tratar el trastorno de sueño existen algunos métodos no farmacológicos que se pueden probar desde casa. Estos pueden ser:

  • Hacer ejercicios durante la mañana o la tarde.
  • Evitar la ingesta de bebidas tipo, café, té, gaseosas, bebidas energéticas y/o alcohólicas.
  • Realizar una actividad relajante antes de ir a dormir.
  • Tratar de acostarse y levantarse siempre a la misma hora.
  • Apagar todos los dispositivos electrónicos antes de ir a dormir.
  • Propiciar un ambiente agradable y cómodo para dormir.
  • Evitar hacer siestas durante el día o en su defecto que su duración sea inferior a 30 minutos.

Cuando ninguna de estas recomendaciones funciona, sino que, por el contrario, la situación con el sueño tiende a agudizarse, el médico tratante puede autorizar una polisomnografía, un estudio del sueño que registra ciertas funciones corporales a medida que la persona duerme o trata de dormir.

Este examen, que puede ser realizado en casa o en el centro médico, mide los ciclos y etapas del sueño tomando especial seguimiento a:

  • El flujo de aire que entra y sale de los pulmones durante la respiración
  • Los niveles de oxígeno en la sangre
  • La posición del cuerpo
  • Las ondas cerebrales (EEG)
  • El esfuerzo y la frecuencia respiratoria
  • La actividad eléctrica de los músculos
  • Los movimientos oculares
  • La frecuencia cardíaca

Los trastornos depresivos y del sueño pueden provocar que las personas se sienten tristes, irritadas y con cambios que terminan por afectar su capacidad de funcionar bien durante el día. Por ello, ante las primeras señales, se recomienda acudir al médico.

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