¿Vanidad o comodidad? Así puede afectarte el uso de calzado incómodo

Usar un calzado incorrecto puede provocar lesiones en diversas zonas del cuerpo. Aquí te contamos cómo una mala elección puede afectarte.

Durante las celebraciones de fin de año, sueles complementar tu atuendo con la elección de tacones, desde los más modestos hasta los más altos y llamativos. Aunque para algunas personas representen elegancia y sofisticación, es fundamental considerar que también conllevan riesgos, especialmente si no estás acostumbrada a su manejo adecuado.

El uso de tacones en estas fechas podría requerir cierta precaución, especialmente cuando planeas eventos con baile o movimientos más dinámicos. Si no estás familiarizada con ellos, la falta de experiencia puede aumentar las posibilidades de sufrir caídas o tropiezos, lo que, en ocasiones, resulta en lesiones o accidentes que podrían evitarse con mayor precaución y comprensión de su uso.

Usar ocasionalmente este tipo de calzado puede afectar tu postura y equilibrio, pudiendo generar deformidades y ocasionar lesiones en tus pies y tobillos. La gravedad de estas lesiones está relacionada con factores como tu peso corporal, el tipo de movimiento realizado, las condiciones del entorno y, especialmente, la resistencia de tu sistema musculoesquelético.

A lo largo del tiempo, hemos observado un aumento en la incidencia de lesiones relacionadas con el uso de tacones. Esto puede deberse en parte a la influencia de la moda y las tendencias, que traen consigo una variedad de estilos y diseños, algunos más cómodos que otros.

Elegir el calzado adecuado es crucial para prevenir posibles lesiones; aspectos como la forma y altura del tacón son consideraciones fundamentales. Un tacón excesivamente alto incrementa el riesgo de fracturas, esguinces, luxaciones o fisuras.

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Al usar zapatos con tacón alto, se ejerce mayor presión hacia la parte delantera o trasera de los pies, lo que puede generar dolores en la zona lumbar y afectar la estructura corporal en general, especialmente en pies y rodillas. Estos problemas suelen tener un impacto significativo en tu estabilidad y podrían derivar en lesiones más graves, particularmente en la zona de los tobillos.

Entre las lesiones más comunes derivadas del uso inadecuado de este calzado se encuentran fracturas en los maléolos internos y externos (protuberancias que forman parte del tobillo), lesiones en los metatarsianos (huesos largos del pie que conectan el tobillo con los dedos), retracción del tendón de Aquiles, lesiones articulares y traumáticas, desarrollo de juanetes y osteoartritis.

Como medida preventiva, te recomendamos limitar el uso de tacones a eventos especiales, utilizándolos de forma esporádica. Si planeas usarlos, opta por modelos con una altura inferior a los 4 cm. Alternar su uso con zapatos cómodos es una excelente práctica para evitar lesiones articulares. Si prefieres tacones, elige zapatos con plataforma y evita permanecer de pie durante períodos prolongados. Además, te sugerimos evitar actividades como baile extenso, alternando períodos de descanso para reducir la carga sobre tobillos y rodillas.

En caso de sufrir alguna lesión durante el uso de tacones, evita caminar o mover la zona afectada y busca atención médica especializada de inmediato. No ignores el dolor ni recurras a la automedicación, ya que podría agravar la situación y retrasar la recuperación.