Las lesiones ortopédicas son comunes, pero distinguir entre un esguince y una fractura puede ser crucial para un tratamiento adecuado. Aquí te explicamos cómo diferenciarlos.
Las lesiones musculoesqueléticas son comunes, ya sea por actividades deportivas, accidentes domésticos o simplemente movimientos bruscos. Entre las lesiones más frecuentes puedes encontrar los esguinces y las fracturas, que pueden presentar síntomas similares, pero requieren enfoques de tratamiento diferentes.
Para empezar, es importante conocer que un esguince es una lesión en los ligamentos que sostienen una articulación. Los ligamentos son bandas de tejido fibroso que conectan los huesos entre sí y brindan estabilidad a las articulaciones. Los esguinces ocurren cuando un ligamento se estira o se desgarra debido a una fuerza excesiva o un movimiento brusco. Esta lesión puede causar dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación afectada.
Una fractura, por su parte, es una rotura en un hueso que puede ser parcial o completa. Las fracturas pueden ocurrir como resultado de un trauma directo, como una caída o un golpe fuerte, o debido a una fuerza repetitiva sobre el hueso. Los síntomas de una fractura incluyen dolor intenso, hinchazón, deformidad visible, incapacidad para soportar peso sobre el área afectada y, en algunos casos, crepitación al mover el hueso roto.
¿Sospechas de una fractura?
¿Cómo diferenciarlos?
- Dolor y sensibilidad: Tanto los esguinces como las fracturas te pueden causar dolor, pero el dolor de una fractura tiende a ser más intenso y localizado. Además, en el caso de una fractura, la zona afectada puede ser especialmente sensible al tacto.
- Hinchazón: Tanto los esguinces como las fracturas te pueden provocar hinchazón alrededor del área afectada. Sin embargo, la hinchazón causada por una fractura puede ser más pronunciada y estar acompañada de hematomas.
- Movimiento y funcionalidad: En un esguince, es posible que la articulación afectada aún tenga cierta movilidad, aunque puede ser dolorosa. En cambio, una fractura suele limitarte significativamente el movimiento.
- Sonido y deformidad: Algunas fracturas te pueden producir un sonido de crujido o crepitación al mover el hueso afectado. Además, te pueden causar una deformidad visible, como una protuberancia o un hundimiento en el área lesionada.
En cualquiera de estos casos es importante que busques atención médica inmediata, especialmente si hay deformidad visible, incapacidad para mover la extremidad o pérdida de sensibilidad distal. Si los síntomas persisten o empeoran, también debes buscar atención médica para evaluar la lesión y determinar el tratamiento adecuado.
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