Cuando Gustavo Cerati, uno de los principales referentes del rock en español, cantó en uno de sus éxitos que “el fin de amar es sentirse más vivo” no se equivocó. Desde el punto de vista químico, efectivamente nuestro cuerpo pasa por una explosión durante el amor romántico que hace todo más intenso.
El enamoramiento tiene varias etapas. En cada una de ellas participan los diferentes sentidos y se aumenta la producción de hormonas y neurotransmisores que provocan múltiples emociones.
¿Cómo empieza todo? Definitivamente con la atracción, que para sorpresa de muchos está muy relacionada con el olfato. El sistema inmunológico define el olor del cuerpo de cada uno de nosotros y este es percibido de forma inconsciente por los demás. Cuanto más diferencias hay entre el sistema de dos personas y sus respectivos olores, más fuerte es el deseo, según investigaciones.
La primera fase del enamoramiento, que empieza con las citas para conocer más del otro y su forma de ser, es una etapa llena de nervios y deseos. Hormonas como el cortisol o neurotransmisores como la dopamina, norepinefrina y feniletilamina aumentan su producción en este punto.
¿Tienes dudas?
Cortisol
Cuando escuchas a alguien decir que está tan enamorado que siente mariposas en el estómago, lo que realmente pasa en su cuerpo es la acción del cortisol, una hormona que se relaciona con el estrés. Su producción también genera un aumento de la sudoración, la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Dopamina
La dopamina es un neurotransmisor que tiene la capacidad de generar placer y euforia. Es segregada por el cerebro ante ciertas situaciones, estímulos o personas y es reconocida como la molécula del deseo.
Esta sustancia está muy relacionada con el sistema de recompensa, es decir que se libera cuando ocurre algo que esperábamos que sucediera. En el contexto del amor, puede ser un mensaje de esa persona que nos interesa o una invitación a salir.
Este neurotransmisor también se activa con drogas y juegos de azar.
Norepinefrina
¿Alguna vez has sentido nervios desmedidos antes de una cita? Bueno, la responsable es la norepinefrina, un neurotransmisor que junto con la adrenalina, aumenta el ritmo de las pulsaciones y ruboriza.
Esta sustancia también causa euforia y excitación, al punto que impide pensar con claridad.
Feniletilamina
Este compuesto orgánico hace parte del grupo de las anfetaminas y se encarga de intensificar toda la euforia y alegría durante el enamoramiento. Es una especie de droga natural producida por el cerebro que se encarga de las sensaciones de placer y tiene un efecto directo sobre la energía física y mental.
Su producción logra ponernos tan contentos como cuando comemos chocolates y esto tiene una explicación: la feniletilamina se encuentra presente en el cacao.
Oxitocina
Es conocida popularmente como la ‘hormona del amor’ y se libera con el contacto físico, principalmente durante el orgasmo. Gracias a ella se aumenta esa sensación de unión con el otro tras un abrazo o un beso.
Sus niveles se reducen ante la presencia de “una amenaza” y a partir de allí es que se desencadenan los celos.
Todas estas sustancias juegan un papel fundamental en la fase más pasional del enamoramiento. Sin embargo, cuando se fortalecen los vínculos, empieza a tener un protagonismo especial la serotonina, que regula los ánimos y ayuda a la estabilidad de la pareja. Este químico nos lleva a sentir felicidad tan solo al compartir con esa persona que queremos.
De manera similar, la vasopresina promueve la preferencia de pareja y el apego, lo que es fundamental para las relaciones a largo plazo.
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