Claves para prevenir enfermedades: envejecer saludablemente sí es posible
La mayoría de enfermedades crónicas, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el Alzheimer, el Parkinson, la artritis, la diabetes y la obesidad, se están convirtiendo en las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo. Algunas de las causas más comunes de estas patologías asociadas a la edad, son la falta de actividad física, la mala alimentación, el tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. Frente a esto, es importante cambiar hábitos y recurrir a su servicio de atención médica para la realización de chequeos regulares.
La edad, la genética y el género pueden hacer que sea casi imposible que los adultos mayores eviten convertirse en una estadística de enfermedades crónicas. Según el National Council on Aging (NCOA), alrededor del 80% de los adultos mayores tienen al menos una enfermedad crónica y el 68% tiene al menos dos; entre las afecciones más comunes están la hipertensión, la artritis y la diabetes. Probablemente usted tenga un padre o un abuelo que esté manejando una afección en este momento, o tal vez usted mismo la esté manejando.
Desde obstaculizar la realización de tareas diarias –como subir escaleras o bañarse–, hasta causar una tensión física, emocional y financiera significativa, este tipo de patologías pueden cobrar un alto precio. Sin la atención adecuada, las enfermedades crónicas pueden reducir la calidad de vida y evitar que las personas mayores mantengan el nivel de independencia que desean.
Con este tipo de probabilidades, es posible que se pregunte si hay algo que pueda hacer para prevenir la aparición de una afección médica crónica o facilitar el manejo de una ya existente; y la respuesta es sí.
Cabe destacar que, algunos de los beneficios de mantenerse saludable a medida que envejece incluyen: el aumento del bienestar y la participación activa, recuperarse de enfermedades más rápidamente y prevenir caídas. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el envejecimiento saludable es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de los años.
Muchos factores influyen en el envejecimiento saludable. Algunos de estos, como la genética, no están bajo nuestro control. Otros, como el ejercicio, una dieta saludable, ir al médico regularmente y cuidar nuestra salud mental, están a nuestro alcance. Si bien los científicos continúan investigando activamente sobre cómo retrasar o prevenir el deterioro de la salud física relacionado con la edad, ya han descubierto múltiples formas de mejorar las posibilidades para mantener una salud óptima: cuidar su salud física implica mantenerse activo, comer una variedad de alimentos nutritivos, dormir lo suficiente, limitar su consumo de alcohol, no fumar y administrar su atención médica de manera proactiva.
¿Tienes dudas?
Éstos son los principales hábitos que usted deberá cuidar o mejorar:
- Duerma lo suficiente: Durante el sueño, su sistema inmunológico libera proteínas llamada citoquinas, algunas de las cuales ayudan a promover el sueño. Ciertas citosinas necesitan aumentar cuando tiene una infección o inflamación, o cuando está bajo estrés. La privación del sueño puede disminuir la producción de estas citoquinas protectoras. Además, los anticuerpos y las células que combaten las infecciones se reducen durante los períodos en los que no duerme lo suficiente.
- Coma de manera inteligente: La dieta poco saludable es uno de los principales riesgos de la carga mundial de morbilidad, principalmente de enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. Consuma verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos y productos lácteos bajos en grasa. Los beneficios de una dieta saludable se reflejan en mejores resultados educativos, productividad y salud para toda la vida.
- No fume ni se exceda con el consumo de alcohol: De esta forma reducirá el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades pulmonares, así como muerte prematura.
- Haga ejercicio de manera regular: La evidencia científica sugiere que las personas que hacen ejercicio regularme no solo viven más, sino que también pueden vivir mejor, lo que significa que disfrutan de más años de vida sin dolor ni discapacidad.
De acuerdo con el “Decálogo de la actividad física”, publicado por el Ministerio de Salud y Protección Social, se recomienda, para las personas mayores de 18 años, sumar al menos 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas; alcanzar al menos 75 minutos de actividades físicas vigorosas o fuertes; así como realizar actividades de fortalecimiento muscular, por lo menos dos veces por semana. En el caso de los adultos mayores de 60 años, se deberían acumular también 150 minutos, y realizar actividades de fuerza y equilibrio para evitar las caídas y mejorar la independencia en las actividades diarias.
Ahora bien, cuando no puedan realizar la cantidad de actividad física aconsejada debido a sus condiciones de salud, deberán ser tan activos físicamente como sus capacidades y sus condiciones lo permitan, dándole prioridad a las actividades de intensidad moderada –que se pueden realizar acumulando sesiones de mínimo 10 minutos–.
- Consulte a su médico para chequeos regulares: Estas visitas ayudan a encontrar problemas temprano o incluso antes de que comiencen. Asimismo, es posible que usted sea remitido a un médico de medicina preventina si corre el riesgo de desarrollar problemas de salud, debido a la genética o a su estilo de vida.
Recuerde que mantenerse al tanto de su salud es mucho más que recibir atención cuando no se siente bien. Ser más consciente acerca de estos temas, sin duda alguna, es una forma de hacerse cargo de sus propias necesidades y de su bienestar, así como saber cuándo tratar problemas médicos a través de un profesional, según sea necesario. Conozca nuestro modelo de atención preventivo, aquí:
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