Cuadros-Mendoza Carlos Augusto1, Noguera-Sánchez Ana Milena 2, Luna-Torres Helga Janneth3, Otoya-Castrillón Juan Pablo4, Barajas-Viracachá Norma Carolina5, Peñuela-Vásquez Óscar David6, Navarro-Mejía Johana Andrea7.
1 Pediatra Gastroenterólogo. Hospital internacional de Colombia – Fundación Cardiovascular de Colombia.
2 Médico. Instituto Cardiovascular - Fundación Cardiovascular de Colombia.
3 Pediatra. Hospital Internacional de Colombia. – Fundación Cardiovascular de Colombia.
4 Cirujano Pediatra. Hospital Internacional de Colombia – Fundación Cardiovascular de Colombia
5 Pediatra Neuróloga. Hospital internacional de Colombia – Fundación Cardiovascular de Colombia
6 Pediatra Neurólogo. Hospital internacional de Colombia – Fundación Cardiovascular de Colombia
7 Patóloga, hepatóloga. Hospital Internacional de Colombia – Fundación Cardiovascular de Colombia
Autor para correspondencia: Doctora. Ana Milena Noguera-Sánchez. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Hospital Internacional de Colombia. KM 7, autopista Bucaramanga – Piedecuesta, Valle de Menzuly.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Los autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este estudio.
El presente trabajo fue presentado y aprobado por los Comités Técnico-científico y de Ética en Investigaciones institucionales.
INTRODUCCIÓN
Las glucogenosis o enfermedades del almacenamiento de glucógeno se caracterizan por presentar acumulación o utilización anormal del glucógeno. Se han identificado más de 12 tipos de glucogenosis, los cuales se clasifican de acuerdo a su deficiencia enzimática. En general, las glucogenosis afectan primariamente el hígado y el músculo, pero pueden también afectar los riñones o el intestino (1). La hipoglucemia recurrente y la hepatomegalia son manifestaciones clínicas características de las glucogenosis hepáticas (2). Su frecuencia general se estima en uno de cada 20.000 recién nacidos vivos y son de herencia autosómica recesiva, exceptuando la glucogenosis tipo IX-b, o déficit de Fosforilasa b Kinasa hepática ligada al cromosoma X. Las formas más frecuentes son las tipo I, III y VI (3). Presentamos el caso de un lactante mayor quien desde los 6 meses de edad presentaba episodios de crisis convulsivas recurrentes, factor de confusión dentro del diagnóstico tardío de la glucogenosis hepática.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Paciente masculino de 24 meses de edad con antecedente de macrosomía fetal y retraso en el desarrollo motor por inicio tardío de la marcha a los 18 meses, quien consultó a los servicios de urgencias por episodios sugestivos de convulsiones tónicas recurrentes desde los 6 meses de edad recibiendo manejo con ácido valproico, sin embargo, por persistencia de los episodios de aparición matutina y repetidos estudios electroencefalográficos dentro de la normalidad, se realizaron estudios de extensión, evidenciando elevación de transaminasas, por lo que fue remitido a nuestra institución para manejo multidisciplinario. Al examen físico de ingreso se documentó hepatomegalia con reborde hepático a 4 centímetros por debajo de la reja costal. Durante la estancia intrahospitalaria se suspendió el tratamiento anticonvulsivante, se evaluó la semiología de las crisis y se realizó curva glucométrica cada 8 horas, documentándose que las crisis matutinas coincidían con los episodios de hipoglucemias preprandiales, por lo que se sospechó una enfermedad de depósito de glucógeno.
Se solicitaron estudios de extensión encontrando elevación de transaminasas, sin colestasis, creatín quinasa (CPK) elevada, hipercolesterolemia, acidemia metabólica con anión gap alto, cetonuria, sin hiperlactatemia y ácido úrico normal (Tabla 1). La ecografía hepática mostró esteatosis grado II. El video-electroencefalograma de 3 horas no mostró actividad epileptiforme y la resonancia magnética cerebral descartó la presencia de alteraciones estructurales, isquemia, hemorragia y lesiones ocupantes de espacio. El ecocardiograma no mostró anormalidades estructurales cardíacas. Fue llevado a biopsia hepática con histología compatible con Glucogenosis tipo III o enfermedad de Cori (Figura 1). Se inició manejo nutricional con fécula de maíz 2g/kg y una dieta rica en carbohidratos complejos, hiperproteica, baja en azúcares simples y se asoció un suplemento de proteína para alcanzar un aporte de 3g/kg/día. Por mala palatabilidad a la fécula de maíz y pobre control glucémico en las madrugadas, se realizó gastrostomía endoscópica percutánea para garantizar glucemia plasmática estable nocturna y no comprometer la calidad del sueño del paciente.
Actualmente el paciente después de 2 años de seguimiento clínico, tiene un relativo control metabólico, sin nuevas crisis convulsivas, glucemias controladas, con pruebas de función hepática estables, sin progresión de la elevación de transaminasas, sin colestasis, con CPK estable y adecuada curva de ganancia pondoestatural, por lo que de momento continúa el mismo tratamiento, sin indicación de trasplante hepático.
Figura 1a. Fragmento de parénquima hepático de arquitectura irregular con presencia de 7 triadas portales, sin actividad necroinflamatoria ni ductopenia.

Figura 1b. A nivel lobulillar los hepatocitos se observan con cambio balonizante, de citoplasma amplio y pálido, el núcleo picnótico y excéntrico; no se observa actividad, ni esteatosis.

Figura 1c. Coloración de PAS: se reconoce depósito de glucógenos, y el PAS con diastasa muestra el barrido del glucógeno.

Figura 1d. Coloración de Tricromo de Masson: muestra ligeras elongaciones fibrosas cortas, el retículo y la trama se encuentran conservadas. El azul de prusia es negativo para depósitos de hierro. La coloración de Rodamina es negativa.

Tabla 1. Resumen de resultados de laboratorios al ingreso y durante el seguimiento.
ESTUDIOS PARACLÍNICOS | |||
EXAMEN | Ingreso | 7 meses de seguimiento | 8 meses de seguimiento |
HEMOGRAMA | |||
Hemoglobina | 11.3 g/dL | 11.2 g/dL | 10.9 g/dL |
Hematocrito | 35.8% | 34.7% | 33.4% |
Leucocitos | 11.100/µL | 8.660/µL | 15.200/µL |
Neutrófilos | 16% | 16% | 33% |
Linfocitos | 71% | 71% | 53% |
Plaquetas | 337.000/µL | 305.000/µL | 362.000/µL |
ELECTROLITOS | |||
PRUEBAS DE FUNCIÓN HEPÁTICA | |||
Aspartato aminotransferasa (AST) | 1292 U/L | 998 U/L | 425 U/L |
Alanino aminotransferasa (ALT) | 1066 U/L | 665 U/L | 472 U/L |
Glucosa | 34 mg/dL | 134 mg/dL | 132 mg/dL |
Gamma glutamil transferasa (GGT) | 230.74 U/L | 160 U/L | 93 U/L |
Deshidrogenasa láctica (LDH) | 839 U/L | 320 U/L | 400 U/L |
Fosfatasa alcalina | 719 U/L | 585 U/L | 425 mg/dL |
Bilirrubina total | 0.66 mg/dL | 0.72 mg/dL | 0.75 mg/dL |
Bilirrubina indirecta | 0.19 mg/dL | 0.43 mg/dL | 0.38 mg/dL |
Bilirrubina directa | 0.47 mg/dL | 0.29 mg/dL | 0.37 mg/dL |
Albúmina | 3.7 mg/dL | 3.80 mg/dL | 3.6 mg/dL |
Amonio | 69.5 mg/dL | 79.2 mg/dL | 68 mg/dL |
BIOQUÍMICA SANGUÍNEA | |||
Triglicéridos | 263 mg/dL | 159 mg/dL | 151 mg/dL |
Colesterol total | 191 mg/dL | 290 mg/dL | 274 mg/dL |
Ácido úrico | 4.24 mg/dL | 4.52 mg/dL | 3.76 mg/dL |
Creatina fosfocinasa total (CPK) | 541 U/L | 2299 U/L | 507 U/L |
Cetonuria | NEGATIVO | >=80 |
|
Ácido láctico |
| 0.97 mmol/L |
|
GASOMETRÍAS VENOSAS | |||
pH | 7.3 | 7.31 | 7.43 |
pcO2 | 25 mm Hg | 25.5 mm Hg | 32 mm Hg |
pO2 | 62 mm Hg | 61.8 mm Hg | 58 mm Hg |
Glucosa | 37 mg/dl | 34 mg/dl | 108 mg/dl |
Lactato | 1 mmol/l | 0.9 mmol/l | 0.8 mmol/l |
SO2 | 89% | 86% | 91.4% |
CHCO3 | 10 mmol/l | 12.8 mmol/l | 21.1 mmol/l |
Exceso de Base | -13.4 mmol/l | -12.1 mmol/l | -2.2 mmol/l |
REFERENCIAS
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